«La persona que viene aquí busca más calidad, más trato personal y asesoramiento»
Pregunta: ¿En qué año nació el negocio? ¿y quién comenzó con él?
R: El negocio se abrió exactamente en Diciembre de 1960 y quienes lo abrieron fueron Antonio Satue y mi tía Caridad. Al cerrar los almacenes Lobos, se separaron los socios y se abrió la tienda, estando en la misma localización en la que nos encontramos ahora.
P: ¿Cómo se decidió el nombre de Salo? ¿de dónde surgió la idea?
R: De donde sale es muy simple, si juntamos las primeras sílabas de Satue y Lobo tenemos Salo.
P: Con lo complejo que es crear y poder emprender algo nuevo ¿Qué os hizo empezar el negocio en este sector?
R: Esto viene desde mi tatarabuelo de cuando antes éramos tenderos, vendíamos por las casas. Posteriormente, el que creó realmente la tienda era Antón, el abuelo de mi tía. Nosotros seríamos ya la quinta generación. Mi familia siempre se ha dedicado a la venta en el sector textil desde entonces y nosotros seguimos ese camino.
P: ¿Cuál o cuáles han sido los mayores obstáculos que has tenido que vencer Salo para mantener o iniciar el negocio?
R: Las dos crisis a nivel nacional que ha habido en España han sido muy importantes y han afectado a la venta. Otro factor importante ha sido el cambio que se ha dado a la hora de vender. Antes, se ponía menos género y la gente compraba entre ese género y se acababa todo, ahora hay que trabajarlo mucho más, hay que presentar mucho más surtido y hay que informarse más yendo a las ferias. Además, ha habido un cambio en los gustos de los consumidores y mucha competencia, siendo la mayor competencia nuestros mismos proveedores. Ahora te vienen los clientes con una prenda concreta con el móvil y te piden ese producto concreto o lo miran y lo compran online.
Por otro lado, lo que nos costó mucho fue modernizar la tienda, todo antes estaba hecho con papel y boli, cuando llegué yo informatizamos todo al máximo y ahora le vamos a dar otra vuelta de tuerca y mejorar aún más en este concepto. Queremos poner pantallas táctiles para mirar el catálogo y otras medidas. Lo que quiero a fin de cuentas es recuperar a las hijas y a las nietas de la persona a la que le vendíamos antes. Un grupo de edad que está muy acostumbrado al entorno digital y a trabajar con él para comprar.
P: ¿Creéis que vuestros clientes han sufrido un cambio importante en sus gustos y costumbres a la hora de comprar?
R: Sí han cambiado bastante los gustos y costumbres de las personas a la hora de comprar, la persona que viene aquí busca más calidad, más trato personal y asesoramiento. Otra cosa que veo es que te piden un producto concreto y te preguntan: ¿no me lo puedes conseguir? Ósea buscan algo bien claro, y a veces no miran los productos de tu tienda sino un modelo concreto de la marca con la que trabajas. Por lo que intentamos también ayudar en esos casos, aunque es complejo porque los distribuidores muchas veces no te venden unidades sueltas.
P: Y ya para acabar, ¿Cómo creéis que el pequeño comercio se tiene que adaptar a los nuevos tiempos? ¿Qué pasos debe tomar para el futuro?
La primera cosa que le diría sería la de informatizarse, dado que, por los tiempos que corren, es fundamental. Por otro lado, le diría que hiciera algo que hago yo: plasmar lo que hacen las grandes cadenas pero adaptado a tu negocio. Esto es, seguir las tendencias que hay en el mercado, que son las cadenas las que lo marcan, lo cual hace que los clientes estén acostumbrados a esos modelos; por lo que tú, para competir, te tienes que adaptar también a ello. Hay que usar esas armas que tienen las grandes cadenas para usarlas en nuestro beneficio y, al fin y al cabo, ganar clientes.
Yo creo en el comercio de Irun a veces falla en encerrarse en antiguas formas de trabajar o en cómo se trabajaba antes y no podemos pensar así, hay que mirar hacia el futuro y crear cosas nuevas mejorando tu servicio.