Una sonrisa con historia: el camino de una clínica dental en Irun
Abrir un negocio propio nunca es fácil, pero hacerlo en el mundo de la salud dental implica un reto aún mayor. En 2003, tras años de experiencia trabajando en distintas clínicas de Bilbao, Barakaldo, Donostia e Irun, su fundadora decide dar el salto y montar su propia clínica. “Llevaba muchos años en el sector, trabajando en seis clínicas diferentes. La séptima tenía que ser la mía”, recuerda. Y así fue. Con esfuerzo y determinación, consiguió la financiación necesaria y comenzó su aventura en el mundo del emprendimiento.
Uno de los principales obstáculos al iniciar el negocio fue, sin duda, el económico. “Montar una clínica desde cero requiere una gran inversión. Tienes que buscar financiación y convencer a los bancos de que tu proyecto es viable”, explica.
Otro reto ha sido la irrupción de las grandes cadenas de clínicas dentales. “Cuando llegaron, mucha gente pensó que eran más baratas, pero no es así. Muchas veces terminamos atendiendo a pacientes que primero acudieron a esas cadenas y vienen con problemas añadidos. Al final, pagan dos veces: una allí y otra aquí para arreglar lo que se hizo mal”.
El sector dental ha cambiado con los años, pero más que los clientes, son las propias clínicas las que han ido evolucionando. “Nosotras somos las que marcamos el camino, modernizando procedimientos, rechazando lo que queda obsoleto e introduciendo nuevas técnicas”, señala.
En cuanto a la captación de clientes, la clínica combina estrategias tradicionales con herramientas digitales. “Hemos aprendido sobre marketing, publicidad, gestión web y redes sociales. Sin embargo, reconoce que en su sector lo más importante sigue siendo el boca a boca. “Las recomendaciones entre familiares y amigos son nuestra mejor publicidad”.
Si hay algo que la experiencia le ha enseñado es que montar un negocio requiere valentía y determinación. “Si no lo haces tú, alguien más lo hará con tu ayuda”, afirma con seguridad. La perseverancia es clave para el éxito y, aunque el camino no siempre es fácil, la recompensa de trabajar para uno mismo y ver crecer el propio proyecto lo hace todo valer la pena.
Después de más de 20 años en el sector, esta clínica dental sigue ofreciendo confianza, profesionalidad y un trato cercano, demostrando que el esfuerzo y la pasión son los mejores aliados para construir una sonrisa duradera.